Ironing man

Hoy he estado hablando con una amiga, y me ha venidoa la mente una cosilla.

Bueno... ni he estado hablando, por que solamente he mandado un mail, ni ni siquiera me ha venido a la mente a raiz del mail, por que no tenía nada que ver. Ha sido después, cuando te paras a pensar en tonterías que rodean a un momento vivido que te haya podido recordar el hecho de hablar con alguien.

El caso, y para no extenderme en exceso, es que le hacía gracia mi gran manía a la plancha.

La odio, pero la quiero. La estamparía a veces, pero prefiero que esté en perfectisimo estado. La evito, pero la necesito. Es como una relación amor odio que desquician, poseen, y duran. Mierda plancha...

La cuestion, es que odio planchar. Lo evito en la manera de lo posible. Voy a dar algunos trucos anti plancha para aquellos que se encuentren en mi misma situación.

El primer paso anti plancha, comienza con la selección de la ropa que te compres. Aunque te guste mucho una prenda, hay que ser practico. Luego planchar esa camisa, debe ser un incordio... ese es argumento de selección válido, para rehusar de una camisa que te guste. Es mejor comprar camisas de maximo un 70% de algodón, evitar el lino, y desde luego, nada de seda. En primavera o verano, el polo es una buena opcion para no planchar.

El segundo paso, es el tender. Soy muy mal planchador, pero muy buen "tendedor". Hay que colocar la ropa en su percha perfectamente estendida, y desde luego... nunca nunca nunca centrifugar. El tendido es mejor hacerlo de noche, sobre todo si vives en un septimo, por que los juramentos que puedes escuchar de la maruja del tercero si lo haces a media mañana por que le gotea...

Una vez finalizado el proceso, la camisa esta... casi casi... hay tres pasos posibles:

El primero, y menos económico, es mejor hacerlo en hoteles. Consiste en colgar tu camisa medio medio planchada, en la barra de la ducha, poner el agua caliente, poner el tapon, y dejar que el vapor haga su trabajo. Luego te das un baño para aprovechar, y ser ecológico.

El segundo, consiste en ponertela, y poner encima un jersey ajustado. Si está algo húmeda la camisa, pasas un poco de frío, pero luego cuando te quitas el jersey, está la camisa mucho mejor.

El tercero y mas cómodo, consiste en tener una percha en el coche. Bajas al coche con la camisa en una bolsa. Es un momento. Tu llevas la camiseta, y encima, directamente la chaqueta. Cuelgas la camisa con la percha en la manilla del asiento de atrás. Sales a la M40, pones la calefacción a tope, y abres todas las ventanillas del coche. El resultado es asombroso. Queda perfectisimamente planchada. Además, te despejas camino al trabajo que no veas. Es mejor no tener papeles por el asiento de atras tirados, ni carpetas sin cerrar. A mi se me produjo un huracán de papeles dentro del coche, que produjo la admiración de un montón de conductores. En el semáforo, su sonrisa se borraba al ver mi cara de cabreo. Se borraba evidentemente durante diez segundos. Transcurrido ese plazo, la carcajada, era generalizada. Si iban dos o tres personas en el coche contiguo, dicho plazo disminuia. En fin... solo me ha pasado dos veces. Si se hace bien, la camisa queda perfecta, y cuando llegas al parking, te la puedes poner en perfectas condiciones.